EDICIÓN N°24 | Julio - Diciembre
2023 | Edición online ISSN-2617-0892
DOI: https://doi.org/10.47796/ra.2023i24
Espacialidad religiosa y capitalismo en
el patrimonio del Seminario de San Antonio Abad del Cusco[1]
Religious spatiality and
capitalism in the heritage of the Seminary of San Antonio Abad of Cusco
DOI: https://doi.org/10.47796/ra.2023i24.850
PRESENTADO : 02.10.23
ACEPTADO :
08.10.23
Víctor Manuel Salas
Velásquez[2]
Universidad San
Antonio Abad del Cusco, Perú
Universidad Andina del Cusco, Perú
https://orcid.org/0000-0002-6501-787X
mailto:victor.salas@unsaac.edu.pe
RESUMEN
El presente trabajo investiga la influencia del
capitalismo en la espacialidad religiosa de lo sagrado, manifestada en el
Seminario de San Antonio Abad de Cusco-Perú. Mediante un estudio cualitativo
con el método historiográfico de discurso socioespacial, se analiza los cambios
en la producción espacial de lo sagrado a lo profano. Los resultados muestran
que el Seminario produjo un lugar de espacialidad religiosa en el periodo
virreinal en estricta relación con lo sagrado y lo académico-pedagógico, pero sufrió
transformaciones producto de la interrelación de prácticas religiosas y
capitalistas. Se concluye mencionando que el surgimiento de un nuevo discurso
en la doctrina católica respecto al capitalismo (liberal y neoliberal) permitió
una relación de capitales religiosos y privados a través del mecanismo de
concesión en el derecho de uso de suelo. De este modo, el empresarialismo
neoliberal generó nueva infraestructura para actividades en la industria
hotelera, pero con el patrimonio edificado cusqueño. Ello produjo, en el
imaginario urbano, la resignificación de un lugar de servicio al culto en un
lugar de servicio turístico en calidad de hotel.
Palabras
clave: seminario, espacio sagrado,
neoliberalismo, concesión, Cusco (Perú)
ABSTRACT
The present work investigates
the influence of capitalism on the religious spatiality of the sacred,
manifested in the Seminary of San Antonio Abad in Cusco-Peru. Through a
qualitative study with the historiographic method of socio-spatial discourse,
the changes in spatial production from the sacred to the profane are analyzed.
The results show that the Seminary produced a place of religious spatiality in
the viceregal period in strict relation to the sacred and the
academic-pedagogical, but it suffered transformations as a result of the
interrelation of religious and capitalist practices. It concludes by mentioning
that the emergence of a new discourse in Catholic doctrine regarding capitalism
(liberal and neoliberal) allowed a relationship of religious and private
capital through the concession mechanism in the right to use land. In this way,
neoliberal entrepreneurialism generated new infrastructure for activities in
the hotel industry, but with Cusco's built heritage. This produced, in the
urban imagination, the resignification of a place of worship service into a
place of tourist service as a hotel.
Key words: seminar, sacred space, neoliberalism, concession, Cusco (Peru).
INTRODUCCIÓN
En los andes, la espacialidad religiosa siempre ha
despertado el interés, tanto por la diversidad de culturas que se desarrollaron
hasta el siglo XVI como por la imposición hispana del evangelio en la
cosmovisión endógena que generó un sincretismo de dependencia virreinal,
permaneciendo así, aun en los Estados y Repúblicas del siglo XX. En este
proceso sociohistórico de colonialidad política,
económica, tecnológica y científica, la construcción de la dimensión espacial
de lo religioso y su sacralización en el territorio urbano y rural estuvo a
cargo de la Iglesia católica y las órdenes religiosas que dependen de los
diversos dogmas y doctrinas enunciados desde el Estado de la ciudad del
Vaticano —la Santa Sede.
En este contexto, para el abordaje espacial de lo
sagrado, Wunenburger (2006, 1981) menciona que es un
objeto de ciencia por sí mismo presentado en dos situaciones “… un fenómeno
local y temporal, siempre singular, y otra que lo eleva a categoría
transcultural y universal” (p. 13). Por lo mismo, la presente investigación
realizada en el Seminario de San Antonio Abad del Cusco-Perú (Figura 1) se
alinea a la segunda situación, al tratar la espacialidad religiosa como
producto de la relación entre las prácticas económicas religiosas (Rosendhal, 2011) y las prácticas neoliberales del empresarialismo urbano (Harvey, 2001) en una estructura
urbana de administración privada de capitales religiosos y financieros.
El trabajo se aborda interdisciplinariamente desde la
arquitectura en relación con otras disciplinas como historia, sociología,
antropología, geografía y etnografía, a través de un estudio cualitativo del
tipo historiográfico desarrollado en tres etapas. En la primera parte, se
establece los antecedentes de la producción socioespacial religiosa del Seminario,
seguido del análisis de la posición doctrinal de la iglesia católica en
relación a las prácticas capitalistas para, finalmente, analizar las
consecuencias de las prácticas neoliberales y las prácticas religiosas en el
patrimonio edificado del Seminario.
De este modo, la investigación pretende explicar cómo la espacialidad sagrada del Seminario de San Antonio Abad sufre transformaciones en su desacralización con consecuencias en la imagen urbana, debido a un cambio en la posición doctrinal de la Iglesia católica frente a prácticas capitalistas. Se espera que esta realidad permita delinear algunas reflexiones que contribuyan al diálogo con otros casos de estudio, no solo del ámbito peruano sino de la región andina y latinoamericana.
Figura 1 Ubicación del Seminario en la actual ciudad
de Cusco |
|
Nota: Adaptado de fotografía
satelital (2019) y Google Earth.com (2023) |
MÉTODOS
Y MATERIALES
El presente trabajo se alinea al enfoque
cualitativo, de nivel explicativo, con el método estudio de caso aplicado al
Seminario Arquidiocesano de San Antonio Abad, y desarrollado en un proceso de
tres etapas. En la primera etapa, mediante una investigación historiográfica
que aplica el análisis documentario, se establecen los antecedentes de la
producción socioespacial religiosa del Seminario. Luego, se analiza la
producción documental respecto al discurso de la doctrina social católica en
relación a las prácticas capitalistas. Finalmente, se analiza las influencias
en la implementación de las prácticas neoliberales y las prácticas religiosas
en el patrimonio edificado del Seminario Arquidiocesano.
La recolección de datos se realizó mediante la
revisión y análisis documental, utilizando fichas de investigación para fuentes
secundarias como documentos escritos (informes, planes estratégicos,
expedientes técnicos, entre otros), documentos gráficos (mapas, planos,
infografías, fotografías, entre otros) y documentos digitales. El procesamiento
de la información para lograr la infinidad de datos provenientes de la
recolección, se organizó mediante la revisión o crítica y la clasificación de
datos.
DESARROLLO
La espacialidad es una fuente para “la producción de
nuevas trayectorias, nuevas historias, es una fuente de producción de espacios
nuevos, identidades nuevas, relaciones y diferencias nuevas” (Massey, 2005, p.
121). Bajo este criterio, las recientes investigaciones respecto al análisis de
la dimensión espacial de lo religioso son sistematizadas en encuentros de
trabajos científicos liderados por la geografía de las religiones y las
humanidades durante el siglo XXI. Los expertos (Rosendhal,
2009; Carballo, 2012; Flores, 2016) reconocen que la espacialidad religiosa es
un proceso dinámico y muy cambiante, por lo cual constantemente se abren nuevas
aristas para la investigación. Es el caso de la concepción, percepción y
vivencia de lo sacro en la espacialidad religiosa por influencia de las
transformaciones políticas y económicas neoliberales en la ciudad
latinoamericana, donde los agentes del mercado, denominados empresarialismo
urbano (Harvey, 2001), implantan un modelo de desarrollo urbano neoliberal.
En esa línea, para Rosendhal
(2011), la relación entre economía, religión y espacialidad en las ciudades
generó el capital religioso, considerado como el “…instrumento de poder y de
estrategia fuertemente vinculado a la política económica del capitalismo
global” (p. 238) adquiriendo especificidades a partir de su vínculo con lo
sagrado. Ello se da, sobre todo, cuando los lugares destinados a funciones
religiosas/sagradas refuncionalizan sus usos o re-significan la espacialidad sagrada (Flores, 2022) debido
a la gestión del capital religioso que logra afectar la espacialidad
sacralizada a través de una desacralización (Wunenburger,
2006) de los aspectos espaciales mensurables y geométricos de un objeto
arquitectónico o urbano. Si bien estos lugares son, considerados templos
materiales, un lugar de adoración (Polanco, 2003), refleja las diferentes
prácticas religiosas frente a procesos de transformación urbana en diferentes
contextos históricos latinoamericanos (Funes, 2019).
Además, desde la geografía cultural, Carballo
(2012), Flores (2016) y Funes (2019) mencionan que religión y espacio se deben
enfocar en un análisis sociohistórico y espacio temporal, por ser dos
dimensiones mutuamente influyentes para la espacialidad religiosa. Una debe
estar orientada hacia la comprensión de la territorialización de la religión y su
influencia en los usos y semantizaciones del espacio
público; y la otra, a los diferentes roles e interpretaciones que asumen las
prácticas religiosas frente a procesos de transformación urbana en diferentes
contextos históricos.
RESULTADOS
La
espacialidad religiosa del Seminario de San Antonio Abad
Con el establecimiento de la forma urbana hispana en
el asentamiento sagrado inca, sobre la estructura inca del Amaru Cancha, se edificó la catedral del Cusco. En su extensión
hacia la parte posterior de esta, se ubicaba el Amaru Qhata (cuesta de la serpiente) que
según los cronistas Juan Díez de Betanzos y Garcilaso de la Vega era conocida
como la zona del yachaywasi
(casa de la enseñanza, del saber) dedicada a la juventud masculina en el
periodo inca (Valcárcel, 1961). El repartimiento de solares otorgó a la
práctica del saber hispano el espacio del denominado “el barrio inka de las escuelas” (Amado, 2003, p. 216).
En ese contexto socioespacial, el predio definido
sobre las terrazas incas donde se emplazó el Seminario tuvo como primer
posesionario a Don Jerónimo Luís de Cabrera (Samanez, 1991). En la primera
edificación, se fundó el Real Colegio Seminario de San Antonio Abad el 1 de
agosto de 1598, por el dominico Antonio de la Raya, quinto obispo de la Diócesis
de Cusco. Este buen misionero de la orden de predicadores se dedicó a educar y
formar jóvenes (pobres y nativos) con aspiraciones sacerdotales bajo la
doctrina de los dominicos y en la defensa de la Purísima Concepción de la
Virgen María (Tamayo, 2012).
No se tiene registro de la primera construcción que
data de 1590 porque fue destruida por el terremoto de 1650, por lo que se
edificó una nueva estructura a cargo del arzobispado de Manuel Mollinedo Angulo
entre 1678 y 1692 (Municipalidad Provincial del Cusco, 2018). Esta edificación
albergó a la Universidad Regia y Pontificia del Colegio Seminario de San
Antonio Abad del Cusco, fundada el 1 de marzo de 1692[3]
y que empezó a funcionar desde 1696. Fue la segunda universidad en la urbe
cusqueña, después de la Universidad Jesuítica de San Ignacio de Loyola[4].
Fue fundada el 9 de julio de 1621. Por eso, Cusco fue considerada una verdadera
ciudad universitaria (Tamayo, 2012).
La arquitectura del segundo periodo estuvo basada en
la esencia de la espacialidad religiosa medieval, el claustro —el espacio del
saber— y la capilla —el espacio sagrado— adecuado a los andenes incas entre la
Plazoleta Nazarenas y el río Choquechaca. Se
configuró con dos claustros: el primero, con arcadas en el primer nivel y doble
en el segundo nivel, presenta una excelente escalera con ojo de buey. La
capilla, ubicada en la esquina entre la plazoleta Nazarenas y la calle 7
Culebras, fue construida en base a la planta isabelina con un atrio que refleja
las indicaciones del urbanismo barroco. Está adosada al primer claustro y
presenta una portada de pies de naves tipo retablo, una nave de cajón con un
coro alto en forma de “U”, y un arco toral que da el preámbulo al altar.
Ambas estructuras de espacios cerrados están ornamentadas al estilo barroco andino, y complementadas con espacios abiertos del tipo patio y huerto. Precisamente, el espacio abierto tipo huerto inspiró una de las mejores manifestaciones pictóricas e iconográficas que expresan a detalle la espacialidad: el lienzo denominado El Huerto de San Antonio Abad (Figura 2). Este fue realizado al óleo en una tela de 2.42 x 1.58 m., obra del pintor Antonio Valdez y Ugarte a finales del siglo XVIII (Benavente, 1965). Nos muestra un imaginario de la concepción espacial más cercana al pensamiento inca, el espacio abierto, que se fusiona con la idea monástica medieval, la reflexión y labor en el huerto.
Figura 2 El Huerto de San Antonio Abad |
|
Nota: a) capilla, b)
claustro, c) colegio San Bernardo, d) templo y convento de La Recoleta. Adaptado
de Museo del Arzobispado del Cusco y Centro Cultural Inca Garcilaso (2021). |
Por lo mismo, el Seminario es considerado como una
verdadera síntesis espacial de una iconografía simbólica de contenido
histórico, religioso e ideológico, alma
mater escolástica de la filosofía y la teología y las artes (Tamayo, 2012).
El funcionamiento del Seminario no tuvo interrupción, aun cuando se dio su
secularización en 1863 continuó otorgando los grados de bachiller, maestro,
doctor, y título de licenciado (Villanueva, 1992); sin embargo, el terremoto de
1950 causó graves daños por lo que en 1965 dejó de funcionar en este lugar.
Posición
doctrinal de la Iglesia católica frente al capitalismo liberal y neoliberal
La Iglesia católica frente a los cambios socioeconómicos
globales del siglo XX presenta su visión a través de las encíclicas papales,
consideradas la base de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) que, por mucho
tiempo estuvo guiada por la doctrina escolástica y neoescolástica, tal como se
refleja en el caso de Juan XXIII quien criticó al liberalismo negando toda
relación entre la moral y la economía en Mater
et Magistra (1961). Pero, fue Juan Pablo II (1991) el pionero en proponer
reflexiones sobre la importancia del mercado, sobre su significado y restricciones,
a través de la encíclica Centesimus Annus[5]
estableciendo que “si por capitalismo se entiende un sistema económico que
reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la
propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de
producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la
respuesta ciertamente es positiva” (No. 42).
La cita se acepta siempre y cuando estén orientados
hacia la producción del bien común, que dé cuenta de modelos reales y
verdaderamente eficaces, nacidos de “las diversas situaciones históricas,
gracias al esfuerzo de todos los responsables que afronten los problemas
concretos en todos sus aspectos sociales, económicos, políticos y culturales
que se relacionan entre sí” (No. 43). En ese sentido, para Naranjo (2010) Centesimus Annus es el
surgimiento de una nueva doctrina social de la Iglesia para luchar contra las
consecuencias sociales y económicas del capitalismo existente y la
globalización que se encontraba en su fase inicial; doctrina a la que denominó
“nueva ética económica católica …que se diferencia de la ética protestante
descrita por Max Weber” (p. 180).
Así, con un discurso global, se abre el camino para
nuevas prácticas religiosas locales en el siglo XXI, escenario predominante de
las prácticas capitalistas expresadas en el neoliberalismo, al que se considera
como un modelo muy útil para generar riqueza, pero pésimo para distribuirla; es
decir, la respuesta negativa del capitalismo según Juan Pablo II (1991), razón
por la cual, siempre se generó en las encíclicas un discurso global
anticapitalista, a diferencia del caso de América Latina, donde la ética y las
prácticas católicas locales se transfiguran “para volcarse más sobre la defensa
del capitalismo …con las prácticas neoliberales latinoamericanas que se
desarrollan día a día, …que varios sectores de la iglesia respaldan.” (Botero
et al., 2021, p.166).
De este modo, la Iglesia católica, en su relación
con el capitalismo, ha generado algunas tensiones entre el discurso global y
las prácticas locales. Sin embargo, es importante reconocer que el capitalismo
en muchos casos ya no necesita de la autoridad moral de la Iglesia (Naranjo,
2010) que constantemente niega lo efectivo de sus principios en un sentido
universal, porque lentamente resultó ser más conciliadora con ciertas prácticas
religiosas en lo local, logrando consolidar su posición en la concepción
católica contemporánea de América Latina (Botero et al., 2021).
Influencia
del capitalismo en el Seminario de San Antonio Abad
El patrimonio del Seminario de origen virreinal,
ubicado en la calle Palacio No. 136 del centro histórico, edificado en un área
superficial de 7124.38 metros cuadrados, según Resolución Suprema No.
2900-72-ED fue declarado Monumento Histórico de la Nación el 28 de diciembre de
1972 para su proceso de restauración (Figura 3). La Arquidiócesis del Cusco en
condición de persona jurídica de derecho público interno, el 2 de julio de
1976, celebró el contrato de concesión —arrendamiento— con el Estado peruano
del inmueble denominado Seminario San Antonio Abad del Cusco, con todos sus
bienes muebles, accesorios y obras de arte de todo tipo, para que a través de
la Empresa Nacional de Turismo (ENTURPERÚ) —considerado el operador— adapte el
Hotel II - San Antonio Abad. En ese contexto, la Arquidiócesis exigió que la
capilla siga siendo para uso sagrado donde se puedan celebrar eventos propios
del calendario religioso.
Sin embargo, desde 1993[6], la influencia del desarrollismo capitalista provocó su privatización en 1994 a través del mecanismo de concesión en el derecho de uso de suelo, bajo la modalidad de Promoción de la Inversión Privada en los Hoteles de Turistas del Perú. Ello se produjo al firmarse el 7 de octubre, entre Arquidiócesis del Cusco y ENTURPERU, la ampliación del Contrato de Concesión por un plazo de diez años, con la prórroga de otros diez años más, pero con el pago mensual de seis mil dólares americanos (US$ 6,000.00) y la promesa de recibir el 4.5% sobre el total de los ingresos brutos. El 17 de enero de 1995 se firmó el contrato Cesión de Posición Contractual con la sociedad Perú Hotel S.A., ganadora de la Subasta Pública Internacional para la Transferencia al Sector Privado de los Hoteles de Turistas.[7] Finalmente, el 2007 se firmó un nuevo contrato por 30 años, con opción a 30 años adicionales. Actualmente, es administrado por Perú Belmond Hotels S.A.
Figura 3 Planimetría
y vista de la fachada del Seminario de San Antonio Abad |
|
Nota: Adaptado de Inventario del patrimonio
monumental inmueble de la ciudad del Cusco. Convenio FAUA-UNI-FUNDACIÓN FORD
(1993). |
De este modo, la Iglesia Católica a través de la
Arquidiócesis del Cusco y la Oficina de proyectos del Arzobispado de Cusco,
utiliza su patrimonio histórico monumental —capital religioso— para
consolidarse como un inversionista privado. Así firmó contratos de concesión
con el Estado peruano desde 1976, aun antes de la encíclica Centesimus Annus de Juan Pablo II (1991), sin
embargo, dicha encíclica permitió que desde 1994 se realizarán prácticas
empresariales con empresas capitalistas nacionales.
En la Figura 4, se aprecia la espacialidad de lo que
en el imaginario urbano es el Seminario de San Antonio Abad. La capilla sigue
siendo de uso sagrado para el servicio de matrimonio y misa en latín, pero
previa reservación por los huéspedes del hotel. El claustro cambió de uso
porque pasó de un lugar de enseñanza eclesial a un lugar de servicios para un
hotel de turistas de cinco estrellas de 127 habitaciones denominado Belmond
Hotel Monasterio, símbolo de la industria hotelera privada que usa el
patrimonio histórico cultural, según normativas de la nación peruana. Tal como
lo promocionan en sus redes sociales:
“Un retiro en el corazón de la ciudad. Alójese en
Monasterio, uno de los hoteles más exclusivos en Cusco y disfrute de la emoción
de hospedarse en un monumento nacional protegido. Descubra restaurantes inspirados,
suites y habitaciones boutique, todo cerca de nuestro icónico patio central.”[8]
Figura 4 Belmond Hotel Monasterio |
|
Nota: Se aprecia el impacto del uso vehicular en el
espacio público producto de las actividades turísticas; al interior, el patio,
comedor y un tipo de dormitorio de lujo. Adaptado de Google Earth (2022). Video Celebrate
Cusco´s Golden History/ Monastery (https://youtu.be/K7OFrvLhoeA) |
CONCLUSIONES
La arquidiócesis del Cusco, a través del Seminario
de San Antonio Abad, produjo un lugar de espacialidad religiosa en el periodo
virreinal para actividades sagradas, en la capilla, y académico-pedagógicas, en
el claustro, hasta su secularización en 1863. Su desacralización inició con la
firma de un contrato de concesión con el Estado peruano; sin embargo, con el
surgimiento de un nuevo discurso en la doctrina católica respecto del
capitalismo, se consolidó la desacralización del espacio religioso, produciéndose
una relación de capitales religiosos y privados a través del mecanismo de
concesión en el derecho de uso de suelo. Así, el empresarialismo
capitalista genera la conservación, adecuación y explotación del patrimonio
religioso, produciendo en el imaginario urbano la resignificación de un
patrimonio arquitectónico de orden religioso y académico a un servicio
comercial de la industria hotelera de lujo en los andes peruanos.
Al ser considerada la Iglesia católica como una de las religiones históricas, esta tiene en su propiedad un gran acervo de patrimonio cultural a nivel global y local, pero si esta institución sigue con sus prácticas locales de apelar a la estrategia de concesión, se encamina a ser una próspera empresa cuando los contratos lleguen a su fin. De este modo, se convierte en una institución de origen medieval que se actualiza en las prácticas económicas y religiosas del siglo XXI en los andes peruanos. Sin embargo, es necesario generar instrumentos adecuados que permitan a la sociedad local el disfrute de dicho patrimonio en calidad de monumento de la nación.
REFERENCIAS
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[1] Esta
investigación se articula al trabajo “Análisis del sistema de gestión del
patrimonio cultural, el caso de la Catedral del Cusco (2017)” desarrollado en
la Maestría de Arquitectura: Gestión del Patrimonio Cultural, Centros y Sitios
Históricos de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), Perú.
[2] Arquitecto.
Maestro en Ciencias con mención en Arquitectura-Vivienda, y doctorando en
Ciencias en Arquitectura por la Universidad Nacional de Ingeniería. Candidato a
maestro en Gestión del Patrimonio Cultural, Centros y Sitios Históricos por
UNSAAC. Docente investigador de la UNSAAC; docente de la Universidad Andina del
Cusco, Perú.
[3] El Papa Inocencio XII expidió el breve documento de
erección denominado Aeterna Sapientiae,
el cual fue confirmado por Real Cédula del 1 de junio de 1692.
[4] Mediante bula In Supereminente Sedes Specula, expedida por el Papa Gregorio XV,
aprobada por Real cédula
de Felipe IV de España el 2 de febrero de 1622. Funcionó hasta el 27 de febrero
de 1772, producto de la expulsión de los Jesuitas del Virreinato del Perú, sus
bienes pasaron al Colegio San Bernardo y al Seminario.
[5] La justicia en
relación a los derechos humanos, como el uso universal de los bienes, la
propiedad privada, la participación política y económica, la cultura y la
ecología, son tratados producto de la caída del socialismo en los países del
este de Europa.
[6] Las prácticas
del capitalismo se radicalizaron desde el autogolpe de Estado realizado por
Alberto Fujimori en 1992, quien mediante el Congreso Constituyente Democrático
promulgó la Constitución de 1993 con una política de liberalización de la
economía.